miércoles, 18 de julio de 2007


Los mosquitos bailaban y se posaban
todos sobre mi
y las estrellas iluminaban el campo
aquel campo que he olvidado
enredado entre tanta ciudad

volveré a ese campo,
ya esta decidido
quiero ver nuevamente ese cielo
tan diferente a este
con sus millones de ojos luminosos,
sus caminos de tierra y polvo
perdidos entre noches y nuevos soles,
alambrados interminables
con claveles del aire
y deseos de lluvias de verano

volveré a aquel monte donde te encontré
envuelta en hojas de helecho
pidiendo a gritos mi nombre
para luego perderte
entre montones de tréboles

y volverán esos mosquitos
verdaderos dioses de la molestia
que aunque no los quiera
se que extrañan el sabor
dulce y perverso
adicto e incendiario
de mi sangre

No hay comentarios: